viernes, 2 de abril de 2010

Entre 2 mundos

Voy de noche por una calle estrecha, con poca luz y muy sucia. Ropa tendida en casi todos los balcones. Una chica sentada en un portal se le cae la baba, los ojos perdidos y habla sin sentido para ella misma o para el mundo entero. Quién sabe... Otro nos pregunta si en el 2ndo piso viven unos moros. Él le dice que no lo sabe, se lo mira por encima del hombro, mientras abre la puerta de abajo. Subimos los 3. Él, yo y el chico de la calle que, como busca droga sigue preguntando donde está el 2ndo piso. Él ni caso, sigue subiendo.
Nos paramos todos en el 2ndo piso, él intenta abrir la puerta, mientras al otro ya le han abierto unos moros.

Entré a su piso y me sentí a salvo, por fin.

La escena vivida, me transportó 15 años atrás. En mi ciudad natal y muy bien acompañada también, había vivido experiencias similares a ésta. Quizás incluso experiencias más al límite. A veces, recuerdo lo que viví y no sé con qué armas ni qué inteligencia (si es que tuve alguna) utilicé, para llevar adelante una situación que a cualquiera echaba pa'tras. Y fíjate, que, no sólo la viví, sino que la disfruté cómo única e irrepetible.
Vi cómo viven los "bajos fondos de la sociedad" (lo digo entre comillas por no encontrar un eufemismo mejor): con marginación, drogas, sexo por dinero, enfermedades, calle y mala vida.. Aun siendo sólo una acompañante, en esta aventura aprendí a tratar con TODO tipo de personas. También aprendí que ESE no es mi mundo.

Y a veces, cuando me veo reunida o hablando con directores financieros, jefes de departamento, gerentes, profesionales con masters, 1000 idiomas y socios de empresa, no puedo evitar pensar de dónde vengo y de dónde he aprendido la mayoría de mis aptitudes y actitudes. Pues claro, me da la risa y me río de su sistema!

Porque ellos no se imaginan cómo son los "bajos fondos de la sociedad", no se han acercado ni se han interesado nunca. Lo desprecian y le tienen miedo. Les incomoda rodearse de personas y situaciones en la que su status, su sueldo o el valor que aportan a la empresa (mucho o nulo) no significa nada.

Cuando trabajo, debo tratar con sus valores, sus prioridades en la vida, su vocabulario sectario y a veces, elitista. Conversar de lo que a ellos les interesa, lo común, lo bien visto, lo políticamente correcto y las conversaciones un poco superficiales.
Cómo no, SIEMPRE me supone un esfuerzo, adaptarme a esta situación. Pero mas esfuerzo me supone despegarme de sus ideas, sus valores y metas que con tanto trato diario se me pegan sin yo querer. No me gusta su manera de ver la vida.
Curiosamente, tratar con algunos consultores, auditores internos, jefes de contabilidad, gestores de procesos, etc... provoca que sienta y piense que ESTE mundo, el que ahora me rodea, tampoco es el mío.

Por suerte, en todos los mundos existen excepciones y también por suerte ya se ha acabado el invierno.

Y así, entre 2 mundos ha venido la primavera.


1 comentario:

Neus dijo...

molt bé Movida... jo ara estic entre 2 móns també... però a mi el que em passa és que els 2 són el meu... tant de bo tingués una altra vida per dedicar-la a Afrika...

8 min in Oxford Circus