sábado, 12 de febrero de 2005

Los Hikikomori

He visto un documental que me ha puesto los pelos de punta. He encontrado por internet este escrito que lo resume muy bien.

Es curioso, me siento atraída por conocer cultura nipona pero cuando lo hago, siempre hay algo que me echa pa tras.

Los Hikikomori son adolescentes y adultos jóvenes que se ven abrumados por la sociedad japonesa y se sienten incapaces de cumplir los roles sociales que se esperan de ellos, reaccionando con un aislamiento social. Los hikikomori a menudo rehúsan a abandonar la casa de sus padres y puede que se encierren en una habitación durante meses o incluso años. Según algunas estimaciones, puede que haya un millón de hikikomoris en Japón (uno de cada diez hombres jóvenes). La mayoría de ellos son varones, y muchos son también hijos primogénitos.

Causas del aislamiento

Los adolescentes y adultos jóvenes en Japón sufren mucha presión por parte de la sociedad japonesa para que triunfen. La presión proviene de diferentes medios.
Una de las mayores preocupaciones de los adolescentes japoneses es su rendimiento académico, donde a menudo se enfrentan a una presión considerable por parte de los padres y la sociedad en general. En casos extremos la presión comienza desde antes de la guardería, donde tienen que aprobar un examen de ingreso para entrar en la mejor guardería, la cual prepara a los niños para el examen de ingreso del mejor parvulario, el cual a su vez prepara al niño para el examen de ingreso de la mejor escuela primaria, escuela secundaria y el equivalente a nuestro bachillerato, para finalmente preparar para el examen de ingreso de la universidad. Muchos adolescentes dedican un año, después del instituto, a preparar exclusivamente el examen infernal de acceso a la universidad. Cuanto más prestigio tenga la universidad, más difícil será el examen. La universidad más prestigiosa, con el examen de ingreso más difícil, es la Universidad de Tokyo.

Después de graduarse del instituto o la universidad, además tienen que afrontar un mercado de trabajo muy difícil. A menudo sólo encuentran trabajo a media jornada y acaban como freeters (personas que no consiguen trabajo fijo y/o a jornada completa), con muy pocos ingresos e incapaces de formar una familia.

Otro foco de presión lo forman sus compañeros de clase, los cuales pueden abusar y burlarse de otros estudiantes por varias razones, como por ejemplo su aspecto físico (especialmente si son obesos, rendimiento académico o deportivo, su poder adquisitivo, etnia, etc.

Síntomas del aislamiento

Un hikikomori reacciona con un completo aislamiento social para evitar toda la presión exterior. Puede que ellos, normalmente varones, se encierren en sus dormitorios o alguna otra habitación de la casa de sus padres durante periodos de tiempo prolongados, a menudo años. Normalmente no tienen ningún amigo, y en su mayoría duermen a lo largo del día, y ven la televisión o juegan al ordenador durante la noche. Todo esto hace de ellos un caso extremo de solteros parásitos (expresión japonesa para nombrar a aquellos que viven de la sopa boba, viviendo en casa de sus padres para disfrutar de mayor comodidad).

El aislamiento de la sociedad normalmente comienza de forma gradual, antes de que el hikikomori cierre con llave la puerta de su habitación. A menudo se encuentran tristes, pierden sus amigos, se vuelven inseguros, tímidos y hablan menos. Frecuentamente son objeto de burla en el colegio, lo cual puede ser el detonante para su aislamiento.

Reacción de los padres

El tener un hikikomori en la familia normalmente es considerado un problema interno de esta, y muchos padres esperan mucho tiempo antes de buscar una terapia psicológica. Además, en Japón la educación del niño corre a cargo de la madre, por tradición, y puede que el padre deje todo el problema del hikikomori a la madre, la cual se siente sobreprotectora con su hijo. En un principio, la mayoría de los padres se limitan a esperar que el niño supere sus problemas y regrese a la sociedad por su propia voluntad. Lo ven como una fase que el niño ha de superar. Además, muchos padres no saben qué hacer con un hikikomori, y simplemente esperan debido a la falta de otras opciones. Normalmente no se fuerza (o se tarda mucho en hacerlo) de forma radical al niño para que vuelva a integrarse a la sociedad.
Tener un hikikomori en la familia es a menudo vergonzoso, y es considerado en Japón un problema interno de la familia. Los colegios y asistentes sociales pueden hacer preguntas, pero normalmente no se involucran en la situación.

Efectos en el hikikomori

La falta de contacto social y el aislamiento prolongado tienen un gran efecto en la mentalidad de los hikikomori, y pierden sus habilidades sociales y los referentes sociales y morales necesarios. A menudo, tienen dificultad para distiguir el bien del mal, y el mundo de la televisión o los videojuegos se convierten en su marco de referencia.
Si el hikikomori finalmente (a menudo después de unos cuantos años) regresa a la sociedad por su propia voluntad, tiene que afrontar el problema de haber perdido muchas de sus habilidades sociales, así como años de estudio. Esto hace la reentrada en la sociedad más difícil. Temen que los demás descubran su pasado como hikikomori, y se muestran vacilantes con la gente, especialmente si son desconocidos.
Su miedo a la presión social puede convertirse en ira, y la pérdida del marco de referencia social puede conducir también a un comportamiento violento o delictivo. Algunos hikikomori atacan a sus padres. Algunos crímenes han sido cometidos por ellos. En el año 2000, un hikikomori de 17 años secuestró un autobús y mató a un pasajero. Otro caso extremo fue el de un hikikomori que secuestro a una chica joven y la tuvo en cautiverio durante nueve años. Otro mató a cuatro chicas para recrear escenas de un manga hentai (cómic pornográfico). Es difícil conseguir cifras exactas, ya que muchas familias no hablan de estos problemas.

Tratamiento

Hay diferentes opiniones sobre el tratamiento que debe seguir un hikikomori, y las opiniones a menudo se dividen en un punto de vista japonés y otro occidental. Los expertos japonesas normalmente sugieren esperar hasta que el hikikomori se reincorpore a la sociedad por su propia voluntad, mientras que los médicos occidentales pienan que hay que forzarlo si es necesario. En cualquier caso es necesaria una ayuda psicológica, ya que muchos padres se ven abrumados por los problemas de un hikikomori. Aunque hay algunos médicos y clínicas especializados en ayudar a jóvenes hikikomori, muchos de ellos y sus padres aún sienten falta de apoyo a sus problemas.

Puede que haya un millón de hikikomoris en Japón.


Comments???

7 comentarios:

cdckid dijo...

Creo que en un programa de esos de cine hablaron de una película sobre este tema, intentaré descubrir cual es porque es INTERESANTÍSIMO!

Pi dijo...

Hace poco tiempo salio una noticia en el periodico que hablaba precisamente de esto.
Por lo visto, despues de una larga investigacion, descubrieron que unos chavales que en teoria no se conocian de nada, habian contactado por internet en un lugar en el que ofrecian ayuda para suicidarse y para que no lo hicieran solos.
Por lo visto, las nuevas generaciones de japoneses, como dice tu articulo, son obligados a ser muy competitivos desde el mismo dia que nacen, y muchos de ellos no aguantan esta presion.
Tambien creo recordar que decian que precisamente llegan a este extremo por la falta de relaciones afectivas (fijate tu lo importante que puede llegar a ser dar un abrazo), pues en Japon no se ve con buenos ojos el que un padre abrace a un hijo (eso lo lei alguna vez en algun sitio, pero seguro que lo entendi bien, pq me impacto mucho) Recuerda que aun en el siglo XXI, la cultura nipona sigue siendo muy tradicional, y tambien el primer pais en avance tecnologico. No es raro entonces el choque emocional y cultural en esas cabezas. Mira si no a la princesa Masako, una mujer de nuestro tiempo, universitaria, joven e inteligente que ha tenido que enfrentarse a la fuerte tradicion japonesa para cumplir correctamente con el rol que le ha tocado vivir y que se espera de ella.
No es ella una potencial HIKIKOMORI?

Pi

Anonymous dijo...

Hace poco tiempo salio una noticia en el periodico que hablaba precisamente de esto.
Por lo visto, despues de una larga investigacion, descubrieron que unos chavales que en teoria no se conocian de nada, habian contactado por internet en un lugar en el que ofrecian ayuda para suicidarse y para que no lo hicieran solos.
Por lo visto, las nuevas generaciones de japoneses, como dice tu articulo, son obligados a ser muy competitivos desde el mismo dia que nacen, y muchos de ellos no aguantan esta presion.
Tambien creo recordar que decian que precisamente llegan a este extremo por la falta de relaciones afectivas (fijate tu lo importante que puede llegar a ser dar un abrazo), pues en Japon no se ve con buenos ojos el que un padre abrace a un hijo (eso lo lei alguna vez en algun sitio, pero seguro que lo entendi bien, pq me impacto mucho) Recuerda que aun en el siglo XXI, la cultura nipona sigue siendo muy tradicional, y tambien el primer pais en avance tecnologico. No es raro entonces el choque emocional y cultural en esas cabezas. Mira si no a la princesa Masako, una mujer de nuestro tiempo, universitaria, joven e inteligente que ha tenido que enfrentarse a la fuerte tradicion japonesa para cumplir correctamente con el rol que le ha tocado vivir y que se espera de ella.
No es ella una potencial HIKIKOMORI?

Pi

PI dijo...

Sorry !!! No se que leches he hecho, pero esto se me ha duplicado. :)

Movidas dijo...

jeje pa que quede claro.

sol dijo...

Muy interessante este tema y a la vez muy triste, no te parece?...un saludo, Sol

Movidas dijo...

Si, triste y aterrador.
Es la ley de la jungla, la evolución de la especie.

Si no eres fuerte, mejor te retiras. Esto también pasa en el mundo animal.

Ánimo con tu blog, Sol!

8 min in Oxford Circus